David Edwards
Secretário-Geral da Internacional da Educação (IE)
XV Congreso de FENPROF-Lisboa, 15 de mayo de 2025
Compañeras, compañeros,
Les habla David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación. Les traigo un fraternal saludo de nuestras 375 organizaciones afiliadas, que representan a más de 33 millones de docentes y personal educativo en todo el mundo.
Antes de comenzar mi discurso, quiero decir unas palabras sobre nuestro compañero Mario. Es alguien que conozco de hace muchos años, años de lucha y militancia.
De Mario admiro profundamente su visión estratégica y su compromiso con la justicia social, los derechos humanos y el movimiento sindical. Mario es un gran pedagogo, es alguien que piensa y analiza. El entiende los desafíos de nuestra profesión. El conoce la historia y sabe como construir hacia el futuro.
Mario de todo corazón, y en nombre de la internacional de la educación, y de nuestros colegas en todo el mundo, te doy las gracias. Tu ejemplo y tu labor nos ha marcado, nos ha inspirado. Muito Obrigado.
Es para mi un placer y un orgullo poder estar hoy con ustedes en Lisboa.
Tierra de dignidad y memoria, donde hace cincuenta años un pueblo salió a la calle con claveles en la mano, no con armas, para vencer a una dictadura y abrir el camino a la democracia.
Aquel 25 de abril fue una lección para el mundo. Una revolución sin odio, ni venganza.
Una revolución con futuro.
Y por eso, estar hoy aquí, en el Congreso de FENPROF, tiene un significado especial. Porque ustedes, compañeras y compañeros, son el legado de esa revolución.
Hoy es necesario mirar ese legado y vencer el miedo. Nos encontramos en un momento donde la educación pública está siendo atacada en muchas partes del mundo. Gobiernos como el de Estados Unidos, están atacando el derecho a la educación. Con amenazasy medidas anti-democráticas quieren que los y las docentes dejen atrás sus valores de inclusión, igualdad y diversidad y su compromiso con los y las estudiantes más vulnerables.
Están imponiendo políticas que debilitan los derechos laborales, a favor de una oligarquía que busca concentrar el poder y la riqueza en manos de unos pocos. En este capitalismo sin compasión, y sus políticas de odio y discriminación, caen trabajadores y familias migrantes arrestados sin cargos, y expulsados sin la decencia de un proceso legal.
Con nuestras afiliadas decimos: Si a la Educación, No a la deportación!
Frente a las fuerzas autoritarias que desprecian los derechos humanos, la justicia social y la memoria colectiva, miramos el legado de lucha en Portugal y decimos, una vez más: ¡No pasarán!
Como decía Paulo Freire, tan querido en esta tierra: “Todo acto educativo es un acto político.”
Eso es lo que ustedes hacen cada día. Eso es lo que defendemos desde la Internacional de la Educación. Eso es lo que nos reúne hoy aquí.
El tema de este Congreso es claro: Valorar la profesión docente. Invertir en la educación pública.
Y es urgente hacerlo.
Porque, en el contexto de las múltiples crisis en el que nos encontramos, enfrentamos también una crisis global en la educación. Hoy, según la UNESCO, faltan más de 44 millones de docentes en el mundo.
Quienes están en la profesión, llevan años denunciando la sobrecarga de trabajo, los salarios insuficientes y la falta de respeto y valorización.
Y quienes buscan ingresar a una profesión, se alejan de la educación, porque no le ven futuro a una labor tan fundamental para nuestras sociedades.
Sin docentes no hay escuela. Y sin escuela pública, no hay democracia. Merecemos respeto, y un salario digno. Tenemos la experiencia, dedicación y conocimiento para liderar nuestra profesión y construir un futuro justo y solidario.
Por eso lanzamos nuestra campaña mundial: ¡Por la pública! Creamos escuela. Una campaña que nace del corazón de la solidaridad docente, y que ya está dando frutos: en 127 países de todos los continentes, nuestras afiliadas se han unido para decir a una voz que la educación debe ser una prioridad para cada gobierno. Porque aunque nuestras realidades sean distintas, nuestra lucha es una.
FENPROF apoya esta campaña desde que se lanzó y hace unos días nos acompañaron para fortalecer la campaña con colegas de varios países vecinos en Europa. Gracias por ser parte de nuestra lucha. Abrazo Manuela.
Dos años después de su lanzamiento, la campaña está dando resultados que sobrepasan todas las expectativas!
Hemos visto aumentos de salario, contratos permanentes para docentes en la precariedad y el crecimiento de nuestros sindicatos.
En Nepal, la acción sindical en el marco de la campaña logró mejoras salariales y mejores condiciones para el personal de apoyo educativo.
En Uruguay, la movilización del movimiento educativo fue clave en la elección de Yamandu Orsi, docente y sindicalista, como presidente del país. Su victoria es una conquista histórica para quienes defendemos una educación pública con calidad social.
En Mongolia, nuestra afiliada logró un aumento de salario, pero también lograron una mayor inversión en las comidas escolares para los estudiantes más vulnerables. Porque nuestra campaña es para toda la comunidad escolar.
La campaña ¡Por la pública! encarna las cuatro prioridades estratégicas de la Internacional de la Educación. Estas son los pilares de todo lo que hacemos: Muchas Ps .
Primero, la Profesión:
Defender condiciones laborales dignas, revertir la escasez docente y fortalecer la autonomía profesional son tareas urgentes. Sin docentes valorados, bien formados, con estabilidad laboral, y con voz en las decisiones, no hay educación de calidad.
Cuando hablamos de nuestra profesión, sabemos que es una labor que no tiene reemplazo.
Es una relación entre docentes y estudiantes. No es una transacción!
Es una relación que va mucho más allá de la transmisión de números y datos. Es un vínculo humano, ético, afectivo.
Es esencial para construir ciudadanía, y la formación en valores.
Por eso decimos que esta relación es un patrimonio cultural inmaterial de la humanidad
En estos tiempos de Inteligencia Artificial desregulada, defender la educación pública es reafirmar el valor de lo humano en el acto educativo. Esta relación es el corazón de nuestras comunidades educativas. Y defenderla es defender la educación como proceso transformador.
La educación es nuestro legado que cobra vida en cada estudiante.
Quiero agradecerles por su labor en Portugal para empujar que la UNESCO reconozca este patrimonio. Todavía no hemos llegado, pero vamos en camino.
Segundo, lo Público:
Exigimos una mayor financiación estatal, sostenida y con un enfoque de equidad, de la educación pública.
Educar no es un gasto: es una inversión democrática.
No aceptamos que los recursos públicos terminen en manos de corporaciones privadas y de oligarcas. Si hay dinero para la guerra que destruye, tiene que haber dinero para la educación que construye.
Tercero, las Personas:
En el centro de nuestra acción están los derechos humanos, los derechos sindicales y la justicia social. Educamos y también luchamos.
Y cuarto, el Planeta:
No hay educación posible sin justicia climática, sin paz, sin democracia. Como docentes, educamos para transformar. Y por eso luchamos por un mundo donde la esperanza está por encima del odio, y donde la solidaridad es nuestra bandera.
Compañeras, compañeros: Tenemos herramientas. Tenemos propuestas. Las 59 Recomendaciones de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente son también nuestra hoja de ruta. Reclaman salarios dignos. Condiciones laborales justas. Respeto, autonomía y desarrollo profesional.
Financiamiento educativo estable. Dialogo social y negociación colectiva. Y sí: también el derecho a huelga. Son reconocimientos históricos. Ahora toca hacerlos realidad.
Portugal lo sabe. FENPROF lo ha demostrado. Las huelgas, las marchas, las acciones legales, no son solo formas de protesta. Son expresiones de amor por la escuela pública. Y no están solos en esto. En la IE, reafirmamos nuestra solidaridad internacional. Desde México hasta Angola. Desde Buenos Aires hasta Nepal. Somos una sola voz.
Hoy, esa voz también se alza por Palestina.
Desde el inicio de esta última guerra, miles de docentes y estudiantes han sido —y siguen siendo— asesinados. Escuelas y universidades totalmente destruidas por los bombardeos. El derecho a la educación ha sido suspendido por la fuerza, y más de 500.000 personas enfrentan una hambruna debido al bloqueo militar.
La Internacional de la Educación ha estado activa y comprometida desde el primer momento. En su 10º Congreso Mundial en Buenos Aires, adoptó una resolución que exige un alto el fuego inmediato y permanente, el levantamiento del bloqueo del gobierno de Israel y el cumplimiento del derecho internacional.
Además, la IE ha movilizado a sus organizaciones afiliadas para apoyar al personal docente palestino. Lo ha hecho con asistencia financiera directa, y apoyo psicosocial para estudiantes y docentes en Gaza.
Yo personalmente fui a Palestina dos veces desde la reiniciación del conflicto. Primero en una misión de solidaridad con nuestras afiliadas en la educación. Pudimos ver de primera mano las terribles condiciones y escuchar los testimonios del sufrimiento de nuestros colegas y sus estudiantes. El presidente de la Internacional de la Educación, Mugwena Maluleke, estuvo presente. Salimos con una profunda admiración de nuestros colegas de Palestina. Maestros y maestras que intentan mantener viva la llama de la educación entre los escombros.
También viajamos con una delegación de líderes del movimiento sindical mundial, llevando nuestra solidaridad en nombre de 207 millones de trabajadores y trabajadoras en todo el mundo.
Esta semana nuestra junta directiva sacó un comunicado oficial pidiendo, una vez más un alto al bloqueo del gobierno de Israel frente a condiciones cada vez más catastróficas.
La comunidad internacional debe a tomar medidas inmediatas y decisivas para garantizar un alto el fuego, facilitar la entrada de ayuda humanitaria y proteger la educación como un derecho fundamental.
Las escuelas deben ser lugares seguros, nunca objetivos de guerra. El derecho a la educación no puede ser negado ni silenciado por la fuerza de las armas. Defender la educación pública en Palestina es defender la dignidad, la justicia y la esperanza de todo un pueblo.
La historia nos mira, compañeras y compañeros. Este es un momento para elegir. ¿Seguiremos el camino del miedo y la represión? ¿O defenderemos un cambio basado en la justicia, la dignidad y la educación pública como derecho social?
Como movimiento sindical de la educación, ya hemos elegido. Porque defender la educación pública es defender la democracia y los derechos humanos. Como docentes creamos escuela, creamos comunidad, creamos solidaridad, creamos futuro.
Y hoy, al mirarles, veo el legado del 25 de abril. Y también la esperanza de cambio.
Para terminar quiero recordar a alguien a quien admiro profundamente, y que también tuve la oportunidad de conocer. El gran Pepe Mujica quien nos dejó hace pocos días.
Como saben el pasó 13 años de prisión por la dictadura en Uruguay, y luego fue presidente tras una vida de lucha al regresar la democracia al país.
El nos dijo que la educación es el verdadero poder, que las ideas nos preparan para la libertad.
“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo.” y nosotros somos esas personas.
Sigamos luchando, unidas y unidos. Muito obrigado.